Pocos saben que escribo poesía desde que era muy pequeña, y de esos pocos, menos saben que mi sensibilidad ha sido mi peor enemiga, esa amiga traicionera que te da la puñalada cuando menos lo esperas. ¡Ah! de eso entiendo mucho, mucho más que de la vida, quizás por eso soy ermitaña, desconfiada y muy correcta.
Hace poco me pidieron que dijese algo que mi educación y talante me prohíbe: "Vete a tomar por el culo". Un insulto atroz en mi opinión, pero esto de entenderme y entender mi universo de delicadezas es raro, muy raro; pocos muy pocos, esos pocos que consiguen conocerte porque en realidad les interesas, entienden de qué hablo. Hablo de amar sin limitaciones, de querer aún sabiendo que no eres correspondida; hablo de todo y de nada, de la vida, de las personas que eliges para caminar contigo, de las que dejas en el camino porque te fallaron y no intentaron quererte a pesar de todo y por todo. Hablo de mí, de mis torpezas, del Don que me hace imposible, inquieta, vertiginosamente peligrosa, osada, amante, voraz en la cama.
Pocos saben que estudié en un colegio público con nombre eclesiástico; pocos saben que rezo por las noches porque lo que más me importa en el mundo es proteger, a todos y por todo.
De esos pocos, algunos conocieron mi derrotas, las lágrimas que derramé por amar y no amarme lo suficiente; la sangre que derramé por ser diferente.
El otro día leí que es difícil querer a una persona con demasiada inteligencia emocional porque siempre espera que la quieras de la misma manera que ella a ti, y eso es muy complicado, porque las personas no evolucionan a tu ritmo y al final te decepcionan.
Pocos saben de mi empatía, de mi alcance, de mi manera de construir y ordenar el mundo. Pero, de esos pocos, muy pocos conocen mi deseo de cambiar el mundo. De subirme a la cima más alta y gritar " Lo estamos jodiendo todo". No quedará mañana nada para nuestros hijos, porque todo comienza en ese "vete a tomar por el culo", que interpreta la gran verdad de las sociedades, al final el otro no interesa, no aporta, no conviene, no está en nuestras vidas y no duele.
Así que continuaremos en esta gran farsa, sobreviviendo, a pesar de todos y por todo. Por nosotros, por mi, solo por mi, porque querer y amar sin que te hagan daño es realmente complicado.
Te quiero, os quiero. Te amo, os amo, mundo dame la mano porque voy a seguir a tu lado.
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