Esta noche quiero apagar la luz pensando en mi mundo, mañana cuando despierte la primavera me abrazará fuerte, mis ojos verán el reflejo de mi alma sobre el río niño de los versos de Bécquer, y derramaré mis lágrimas por todos aquellos que desde el cielo nos contemplan con amor, un amor puro y sincero. Mañana Sevilla mía besaré tus calles y volveré a ser lo que siempre fui, una enamorada de mi tierra.
Esta noche quiero apagar la luz, y cuando lo haga escucharé un poema dedicado a mi mundo, acompañado por la genialidad de mi sangre. Se heredan los gestos, los rasgos , pero también se hereda la sensibilidad y el arte.
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